Oh, caballo infinito permiteme el sudor de tus ijares
tu relincho es mi grito en tus ojos van mis ojos: ¡son dos pares! Yo quisiera agarrarme de tus crines y correr las praderas y llanuras y saltar las barreras y elevarme a la altura de remotas montañas y remotos confines.
Fragmento de la "Oda al Caballo" por Emilo Galán |