Cuando la producción de los artistas presenta perfiles en común, se
intersectan los mensajes, o los puntos de contacto empiezan a crecer; se
relaciona este hecho con la idea del imaginario colectivo. Cuando una obra
o producción propia se refleja -en algún o varios aspectos- en la obra de
otro autor, aún sin conocerlo, sin saber su edad, sus gustos, sus valores,
se produce una extraña sensación que -advierto- no me ayudará a ser
objetiva respecto a la obra de Mauro Musante: "El vuelo". No se trata de
aprovechar este espacio para trazar un paralelismo o comparación con mi
obra "Migraciones", pero aún proponiéndomelo es imposible apartar la
sensación de que ambos llegamos a un sitio en común aunque por muy
diferentes caminos.
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"El vuelo". Mauro Musante |
Mauro presentó genialidades, como alguna vez lo hicieron sus otros genios
inspiradores Leonardo y Miguel Angel. Ese universo matemático-científico de
cálculos, planos y proyectos, que ahora contextualizado en nuestras
coordenadas espacio-temporales se erige como una maravillosa metáfora; a
partir de la cual, el autor extrae un mensaje especial para todos quienes
luchan por hacer de sus sueños, realidades; pero también para quienes están
inmersos en una realidad sin sueños, ya que a partir de estas obras, logra
encender esa luz, esa esperanza, que -según dicen- es lo último que se
pierde.
Sus obras en el espacio poseen características muy concretas: son reales,
tangibles, se han apropiado de movimiento ad hoc o aleatorio, pueden
proyectar su sombra en la bidimensión de una pared, una pantalla de monitor
o en lo más profundo de nuestros pensamientos. Generan la serenidad que
sólo logran los elementos simples. El aire protagoniza la escena, aunque
casi de manera inadvertida, haciéndonos creer que es la magia, esa a la
cual todos acudimos cuando se nos acaban las opciones, la que juega con
nuestros sentidos.
Como si el hecho estético en sí no fuera suficiente, detrás de cada
detalle, de cada elección puede inferirse un concepto: un rescate sutil y
vital de la naturaleza, de los valores, de lo íntimo del ser.