Panorama de la Plástica | |
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En el comienzo de la década se continúa con el debate teleológico respecto
de la plástica. Es decir, si debería ocuparse de aportar al cambio
social, o apartarse hacia una estética sin condicionantes.
En el campo de las artes, se hacen muy dificultosas las periodizaciones
en tiempos tan cercanos como el que nos convoca. Los cortes cronológicos
no pueden ser estrictos. El proceso de transformación estará ya instalado
hacia los finales de los 80, continuando con los cambios en los 90.
Las vanguardias en los 60 y 70 se suceden y superponen con tal rapidez que
en la década de los ochenta parecen ya agotadas. Las orientaciones del
"neo-expresionismo" y la geometría constructiva marcarán sentidos
para el color, los temas y para el orden de las formas (A. Giunta, 2001:
18). Cómo rasgo general, en este período se retorna a la pintura,
prevaleciendo los bastidores de gran tamaño, la fragmentación del espacio y
las pinceladas liberadas por lo gestual; más que la unidad de estilo,
prevalece el eclecticismo. Hay una clara oposición a lo nuevo .
Giunta afirma, "la pintura de los ochenta revolvió los temas y los géneros,
la voluntad de politización y los planteos radicales" (2001: 21)
Los 90 se caracterizan por diferentes orientaciones y un marcado interés
por el conceptualismo, lo kitsch y el videoarte; No obstante, "se sigue
pintando y la escultura está vigente, a ellas se suman estrategias, como la
instalación y la incorporación de la fotoperfomance" (E. Oliveras, 2000:
8). Se puede establecer una vinculación entre los 60 y los 90, la cual se
vincula más con la distancia que con una continuidad de un imaginario
artístico. "Se citan los temas del pop y también las estrategias del arte
político de acción" (A. Giunta, 2001: 18).
La plástica rosarina no es ajena a lo que ocurre en el ámbito nacional, con
la influencia tutelar y hegemónica de Buenos Aires.
Como hecho casi paralelo a "Rosario Imagina", el 29 de abril de ese año, la
Facultad de Humanidades y Artes fue centro de la primera bienal
alternativa: "Tomarte", la que luego se extendería por tres días en toda la
ciudad, donde la calle es un soporte para las diferentes expresiones; El
diario local se hace eco titulando: Trabajadores de Arte toman Rosario. (La
Capital, 30/04/90)
Las consignas de la bienal son: total libertad de expresión... ningún
tipo de censura... defensa del trabajo creativo. La participación de
artistas nacionales y de otros países vecinos, la red de arte correo, las
discusiones en comisiones de las diferentes ponencias, permiten evaluar su
importancia para la actividad plástica de la ciudad. Muchos de los
artistas participan con sus propuestas en las dos bienales, Tomarte y
Rosario Imagina. Este es el clima, los artistas unidos y agrupados se
proponen buscar nuevos espacios de creación, de difusión y comunicación de
los hechos creativos. La Bienal del Patio de la Madera, es el resultado de
este marco contextual.