Noboru Yurugi, buscador del vacío, que es la nada, donde se esconde el todo, donde se
halla la fuerza de la materia, porque sin vacío no hay lleno. El pintor y
escultor japonés, trabaja con el papel como material destacado en su
producción escultórica, dado que le intriga su ductilidad, su manera fácil
de maniobrabilidad; pero, también, le interesa, porque - partiendo de una
premisa fundamental de delicadeza y fragilidad, convenientemente
manipulado-, se convierte en un material sólido, consistente, fuerte,
nutrido con la fortaleza de la evidencia.
La estructura molecular de todo lo existente es compleja, forma distintos
mundos, según la materia de que esté compuesta, pero, está claro que no es
frágil, sino coherente y cohesionada en cada caso. El lleno es la materia,
la masa que la compone y sus densidades; mientras que el vacío es la
ausencia de la materia porque no la representa, aunque la englobe, porque
la comprende, no tan solo a nivel físico, sino mental, espiritual y
energético. De ahí que el lleno sea energía y que el vacío también. Si la
energía no se ve, porque es igual a la masa por la velocidad de la luz al
cuadrado, supone que es constatable porque, en el fondo, es visible. En
consecuencia, todo es demostrable, incluso las energías más complejas y
espirituales. El problema es que, en la actualidad, aún no existen
aparatos, máquinas, utensilios e instrumentos útiles para que el ser humano
lo pueda demostrar.
Los científicos son teóricos que viajan con la imaginación y luego
experimentan, aprobando lo demostrable. Noboru Yurugi parte de la masa, que
es materia, que emplea con deleite, especialmente el papel tratado, para,
después, aplicarle procesos formales, a partir de los cuales configura
composiciones escultóricas que poseen carácter poético y que demuestran la
teoría del equilibrio de contrarios en un mundo binario.
Sus esculturas de color, matéricas pero también alegóricas, se complementan
en Casa do Brasil con las producciones de los siguientes artistas, dentro
de la muestra 'En el Mundo de la Singularidad': Basil Barrington
(Jamaica-Estados Unidos), Francisca Blázquez (Madrid), Bharat Bushan
(India-China), Alberto Cerritos (Canadá-El Salvador), Pongpan
Chantanamattha (Tailandia), Christopher Ebejer (Malta), J. Martín Rojas
(México), Hugo Pistilli (Paraguay) y Noboru Yurugi (Japón).
Bharat Bushan se recrea en los movimientos sutiles de bailarines de danza,
resaltando la alegoría de la existencia, la belleza y la estética.
Francisca Blázquez se adentra en los misterios dimensionales a partir de la
geometría y de su búsqueda constante de la luz. Bharat Bushan se decanta
por la sensualidad escultórica de sus personajes, predominantemente
femeninos. Mientras que Alberto cerritos exhibe pintura y escultura, de
marcado cariz surreal expresionista con toques indigenistas y
Pongpan Chantanamattha se recrea en la diversidad de opciones del realismo
comprometido de hoy. Por su parte el maltés Christopher Ebejer demuestra su
dominio escenográfico de las temáticas que aborda, basadas en personajes
celebres de ficción o reales y J. Martín Rojas estructura su discurso
muralista y pictórico a través de la iconografía ancestral, el trabajo de
las texturas y el empleo sugerente del color. Asimismo Hugo Pistilli
muestra esculturas caracterizadas por la sensualidad de los materiales y la
conformación vegetal que rodea a sus personajes.