La primera impresión es lo que cuenta… Germán Isaurralde | |
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Hola! Leí la nota y me gustó la idea de dejar expresado lo que sentí cuando
fui al silo Davis. De más está decir que viví con mucha expectativa la
inauguración de tal espacio porque me parece ideal montar ahí un museo de
arte contemporáneo. La idea de pintar los tubos de colores también me
pareció maravillosa, así que se acercaba el gran día y estaba ansioso por
ver cómo habían organizado las obras.
Lamento decir que toda mi
expectativa se derrumbó al ver que lo mismo lo podrían haber hecho en
cualquier otro espacio. Hay muchos detalles que no están a la altura de
un museo de arte contemporáneo de una gran urbe. Un detalle interesante
pero sólo para el pensamiento fue la rotulación de las obras. Con esto
quiero decir que no me parece correcto puesto que saca al espectador del
contexto sólo para ver el autor que, en la mayoría de los casos, ni
siquiera podrá relacionar a lo que está mirando. En los grandes museos
como el MOMA, por ejemplo, cada obra tiene su rotulación y hasta, en
algunos casos, una puesta en contexto de la misma. No hay que irse a un
ventanal o a la entrada para ver de qué se trata lo que está ubicado en un
piso. Otro detalle fue la limpieza. En todo momento sentí sensación de que
había polvillo en el piso y no me daba idea generalizada de limpieza que
es un detalle súper pero súper importante en un museo.
Bueno, espero que
tomen mis comentarios como crítica constructiva porque me gustaría que el
macro no caiga en el "desuso" de la gente y sea un espacio más por
mantener sino que se convierta en lo que todos queremos, un punto de
referencia del arte contemporáneo. Ah! hay un Minujín por ahí tirado en
una galería (depósito?). ¿No estaría bueno darle un mejor espacio?
Recuerdo que a la entrada de una cadena de cines importantes y en el paseo
cercano al Museo de Bellas Artes de Buenos Aires hay respectivos Minujín
muy bien ubicados y con el espacio correcto.
Besos! y a trabajar!!!!
Germán Isaurralde