Macro, una especie de visión. Marcela Römer | |
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Cuál es la perspectiva de arte contemporáneo en el interior del país, es un
poco diferente a la de la Capital. Bueno, en realidad depende de los
sujetos, las ideas y los tiempos dentro del campo del arte; y la cuestión
es: qué significa un museo de estas características para los rosarinos.
Significa una idea de sutil corrimiento legitimador desde el centro a la
periferia. Esto es: trabajamos mucho para construir arte contemporáneo y
queremos que se vea en buen lugar y privilegiado. Al lado un bar muy
hermoso -Davis- ayuda a que el panorama del Paraná te haga sentirte como en
un nirvana artístico. La colección se va armando de una manera mutable, la
obra es mucha y diversa, caso inédito: se va catalogando y ordenando apenas
ingresa. Estamos como en la cresta de la ola y producimos un poco de
envidia de las otras provincias, que ojalá nos copien bien rápido. Por
supuesto somos conscientes que tenemos que trabajar más y mucho para
respaldar esto, que es como el corolario de muchos años, de mucha gente que
se esfuerza para sostenerlo. Sin trabajo no se puede hacer nada, es así. El
Museo Castagnino se agrandó con el macro (Museo de Arte Contemporáneo de ROsario) y a veces asusta, porque las
programaciones serán muchas, porque habrá mucho para ver. Su espacio de
exposición es extraño y complejo.
Nosotros felices, queremos que todos nos visiten, haremos tours para que
conozcan nuestros espacios de arte. Es que acá nos aburrimos, si no hacemos
arte, qué hacemos. Es una ciudad de extraños entes con romanticismos
artísticos.
Marcela Römer
(Escribe sobre arte)